Cómo plantar lavanda: Guía completa paso a paso

La lavanda es una planta aromática muy popular por su tono violeta y lila.

En este artículo, descubrirás cómo plantar, cuidar y podar lavanda, así como su reproducción y los complementos que mejor pueden ir con ella.

Además, te enseñaremos cómo prevenir enfermedades y plagas comunes que podrían atacar a tu lavanda.

Si quieres aprender más sobre cómo disfrutar de tu propia lavanda aromática, ¡sigue leyendo!

lavanda maceta

Cuándo plantar lavanda

Si quieres plantar lavanda, hay algunas consideraciones importantes que debes tener en cuenta.

La lavanda es una planta perenne, lo que significa que crecerá durante varios años si se cuida adecuadamente.

La época ideal para plantar la lavanda dependerá del clima de la zona en la que vives.

Época de plantación según la zona

Si vives en una zona cálida, como el sur de España, la mejor época para plantar lavanda es en otoño.

Si vives en una zona más fría, como el norte de España, es mejor esperar hasta la primavera para plantar la lavanda.

En general, es importante plantar la lavanda cuando las temperaturas comienzan a disminuir o las lluvias son más frecuentes, ya que estas condiciones ayudarán a que la planta se establezca mejor.

Si plantas la lavanda durante un clima extremadamente caluroso o seco, las plantas pueden tener dificultades para sobrevivir.

Plantar lavanda en maceta

Si prefieres plantar tu lavanda en una maceta, la época de plantación puede ser cualquier momento del año, pero es importante asegurarse de que la maceta tenga un buen drenaje para evitar que las raíces se ahogen.

Si utilizas macetas en lugar de plantar la lavanda en el suelo, podrás protegerla de los vientos fuertes de invierno y trasladarla fácilmente si es necesario.

Plantar lavanda en suelo

Si decides plantar la lavanda directamente en el suelo, primero debes preparar el terreno adecuadamente. La lavanda prefiere suelos ligeramente alcalinos con buen drenaje y poca humedad.

Si el suelo de tu jardín es arcilloso, es importante agregar arena o grava para mejorar la aireación y drenaje.

También puedes agregar compost o estiércol bien descompuesto para aumentar los nutrientes del suelo.

Es importante esperar a que la planta esté bien desarrollada antes de transplantarla al suelo.

Planta las lavandas a alrededor de 45 centímetros de distancia y asegúrate de que tengan suficiente espacio para crecer sin competir con otras plantas.

Cuidados de la lavanda

Los cuidados de la lavanda son clave para su correcto crecimiento y desarrollo.

A continuación, se explican las distintas consideraciones a tener en cuenta:

Ubicación y suelo

La lavanda es una planta que requiere de una buena exposición al sol y un suelo bien drenado para crecer adecuadamente.

Buscar una ubicación en el jardín que cumpla estas condiciones es fundamental para su supervivencia.

Además, se recomienda plantar lavanda en suelos con un pH entre 6 y 8, lo que se puede conseguir añadiendo abono orgánico y trabajando la tierra adecuadamente.

Sol y luz solar

La lavanda es una planta que necesita mucha luz solar para crecer adecuadamente.

Por lo tanto, es importante encontrar una ubicación en el jardín que tenga una exposición al sol de al menos 6 horas al día.

Si la planta no recibe suficiente luz solar, puede crecer débil y ser más propensa a enfermedades y plagas.

Riego y drenaje

El riego de la lavanda debe ser moderado para evitar encharcamientos, lo que podría dañar sus raíces. Se recomienda regar cada 7-10 días, dependiendo de las condiciones ambientales.

Si la planta se encuentra en una maceta, asegurarse de que tiene un buen drenaje para evitar acumulación de agua.

Para mejorar la calidad del agua de riego se puede incluir agua de lluvia o, en su defecto, agua del grifo dejando reposar al menos 24 horas para que el cloro se evapore.

Fertilización de la lavanda

La lavanda no necesita mucha fertilización para crecer correctamente.

Se recomienda aplicar un fertilizante orgánico en la primavera, durante los meses de crecimiento.

Sin embargo, es importante no abusar del fertilizante ya que esto puede provocar un crecimiento excesivo y débil de la planta.

Cuidar lavanda

Poda de la lavanda

La poda es una parte importante del cuidado de la lavanda, ya que estimula la floración y ayuda a mantener su forma.

En esta sección se explicará la época para podar, las herramientas necesarias y las técnicas recomendadas.

Época de poda de la lavanda

La poda de la lavanda se realiza generalmente una vez al año, después de la floración.

Es importante no realizarla cuando la planta está en flor o justo antes, ya que reducirá la cantidad de flores que brotarán en la siguiente temporada.

La época ideal para la poda de lavanda es a finales de verano o a principios de otoño.

Herramientas para la poda de lavanda

Para podar correctamente la lavanda, se necesitan herramientas adecuadas.

Las herramientas comunes para la poda de la lavanda son tijeras de podar o cortasetos.

Es importante asegurarse de que las herramientas estén afiladas para no dañar la planta.

También es recomendable utilizar guantes para evitar rasguños y cortes en la piel.

Técnicas de poda de la lavanda

Poda de mantenimiento

Esta técnica es recomendable para mantener la forma natural de la lavanda.

Consiste en cortar solo la parte superior de la planta, dejando aproximadamente un tercio de la misma.

Se recomienda realizar esta poda después de la floración, a finales de verano o principios de otoño.

Poda de rejuvenecimiento

Esta técnica se utiliza cuando la planta ha crecido demasiado o ha perdido su forma natural.

Consiste en cortar la planta por encima de la madera dura, dejando solo unos centímetros de la planta.

Esta poda se debe realizar en primavera o a principios de verano.

Poda de formación

Esta técnica se utiliza para dar forma a la planta de lavanda durante el crecimiento.

Se realiza cortando la planta a una altura determinada, para estimular un nuevo crecimiento en esa área.

Esta poda se debe realizar en primavera o principios de verano.

Reproducción de la lavanda

La reproducción de la lavanda se puede hacer de diferentes maneras, aunque las técnicas más comunes son a través de semillas o esquejes.

Ambos métodos son altamente efectivos y fáciles de llevar a cabo, incluso por jardineros principiantes.

Siembra de lavanda a partir de semillas

La siembra de lavanda a partir de semillas es una técnica sencilla que requiere de algunos cuidados básicos para que crezcan robustas y saludables.

La lavanda se puede sembrar en primavera, para que dispongan de suficiente tiempo de crecimiento antes del frío invernal.

  • Elegir un sitio soleado y con suelo bien drenado. No se debe sembrar en suelos pesados o arcillosos y donde puedan retener la humedad.
  • Preparar el suelo, eliminando las malas hierbas y aflojando bien la tierra.
  • Mezclar la semilla con arena o compost para ayudar a la dispersión sobre la superficie del suelo.
  • Cubrir la semilla con una fina capa de tierra (0,5 cm aproximadamente).
  • Rociar agua con un atomizador delicadamente para evitar lavar la semilla y no encharcar la tierra.
  • Mantener el sustrato húmedo pero sin encharcamientos.
  • Las semillas germinarán en 2-6 semanas en función del clima.

Propagación por esquejes

La propagación por esquejes es el método de reproducción más común en plantas de lavanda. Se recomienda realizar esta técnica en primavera o verano.

Elegir un brote sano y resistente al final de una rama.

Cortar el esqueje de aproximadamente 10 cm de largo. (Cortar justo debajo de un nodo de la hoja).

Eliminar las hojas en la parte inferior del esqueje, dejando solo 2 o 3 pares de ellas. Debe quedar desnudo en la base para favorecer el enraizamiento.

Cortar las hojas restantes a la mitad para reducir la pérdida de agua.

Meter el esqueje en un recipiente con agua para evitar que se seque mientras preparamos el sustrato donde plantarlos.

Preparar una maceta o un tiesto con sustrato universal mezclado con perlita al 50% para mejorar el drenaje y la aireación.

Hacer un agujero en el sustrato con la ayuda de un lápiz o un dedo.

Meter el esqueje en el agujero y presionar el sustrato suavemente.

Rociar agua y cubrir con una bolsa de plástico para mantener la humedad.

Colocar la maceta o tiesto en un lugar cálido y luminoso pero sin exceso de sol. Evitar exposición al sol directo.

Vigilar que la tierra no quede seca y mantenerla húmeda.

Asegurar un buen drenaje para evitar la pudrición de las raíces.

Al cabo de unos meses, el esqueje habrá arraigado en la maceta o tiesto y se habrá desarrollado correctamente la planta de lavanda.

Complementos de la lavanda

La lavanda es una planta muy versátil y fácil de combinar con otras plantas y flores en el jardín.

Es una buena opción para complemnetar la huerta y añadir un toque de color y aroma a sus cultivos.

Geranio
El geranio es una planta que florece durante todo el verano y combina muy bien con la lavanda debido a su colorido y la similitud de sus necesidades de luz solar y suelo.

Los geranios son plantas que pueden crecer en maceta o en el suelo y son muy fáciles de cuidar. Además, su agradable aroma es muy beneficioso para mantener alejados a algunos insectos

Rosas
Las rosas son una excelente opción para complementar la lavanda en el jardín.

Ambas plantas necesitan sol y suelos bien drenados.

Las rosas son una de las plantas más populares en el mundo y tienen una gran variedad de colores y aromas.

Al combinar la lavanda con rosas, se pueden obtener grandes contrastes de color y textura en el jardín.

Girasol
El girasol es una planta alta y rústica que puede proporcionar una excelente combinación con la lavanda al agregar un gran contraste de altura y tamaño en el jardín.

El girasol florece durante todo el otoño y su envergadura es muy beneficiosa para proporcionar sombra y protección a otras plantas.

Además, su gran resistencia le permite soportar diferentes tipos de climas y suelos.

Tomillo
El tomillo es una planta aromática que combina muy bien con la lavanda.

Ambas plantas requieren suelos bien drenados y mucha luz solar.

El tomillo es una especie de planta perenne muy popular en la gastronomía mediterránea debido a su sabor y aroma.

Además, su gran resistencia y capacidad para mantener alejados a los insectos, lo convierten en una excelente opción para complementar a la lavanda.

Verbena
La verbena es una planta que florece durante todo el verano y se destaca por su gran variabilidad de colores.

Combina muy bien con la lavanda debido a su capacidad para aportar vibrantes tonalidades al jardín. Además, la verbena es muy fácil de cultivar y adaptarse a diferentes tipos de suelo.

Santolina
La Santolina, también conocida como Manzanilla blanca, es una planta herbácea perenne que se destaca por su aspecto plateado y su gran resistencia a la sequía.

Es una excelente opción para complementar la lavanda en el jardín, ya que ambas plantas crecen en suelos bien drenados y necesitan mucha luz solar.

La Santolina es una planta muy valorada por su capacidad para ahuyentar a los insectos y para mantener el suelo caliente.

Lista de plantas que combinan bien con la lavanda

Geranio

Rosas

Girasol

Tomillo

Verbena

Santolina

lavanda en el huerto

Enfermedades y plagas de la lavanda

La lavanda es una planta resistente y aromática, pero como cualquier otra planta, puede verse afectada por enfermedades y plantas.

Es importante estar atentos a cualquier signo de problemas y tomar medidas preventivas para evitar futuros problemas.

Moho gris: También conocido como podredumbre de los tallos, es una enfermedad fúngica que afecta a la lavanda y otras plantas.

Se caracteriza por la aparición de manchas marrones y hojas amarillas que se marchitan y mueren.

Se puede prevenir manteniendo la planta seca y bien ventilada, pero si se detecta la enfermedad, es necesario cortar y destruir las partes afectadas.

Roya: Es una enfermedad fúngica que aparece en climas húmedos y en plantas que están muy juntas.

Se manifiesta por pequeñas manchas amarillas en las hojas que se agrandan y finalmente se vuelven marrones.

La prevención incluye el mantenimiento de una buena ventilación y evitar el exceso de humedad en la planta.

Si se detecta la enfermedad, se deben cortar y eliminar las hojas afectadas.

Virus de la mosca blanca: Es un virus que se propaga a través de la mosca blanca.

Se produce una coloración amarillenta en las hojas y un crecimiento no uniforme en las plantas afectadas.

No hay tratamiento contra este virus, por lo que es mejor prevenirlo manteniendo las plantas libres de mosca blanca mediante pulverizaciones

Plagas frecuentes de la lavanda

Mosca blanca: Esta plaga se alimenta de la savia de la planta, lo que causa que las hojas amarilleen y se retuerzan.

Se previene mediante la eliminación regular de las hojas viejas y afectadas y la utilización de insecticidas orgánicos.

Caracoles y babosas: Estas plagas atacan las hojas de la lavanda, dejando agujeros y comedieron en las hojas, afectando a su crecimiento.

Se controlan mediante la eliminación de escondites y la utilización de trampas y cebo orgánico.

Arañas rojas: Estos ácaros chupadores de savia son difíciles de detectar a simple vista.

Sus síntomas incluyen la aparición de manchas blancas en las hojas y la curvatura de las puntas de las hojas.

Se previenen mediante la eliminación de las hojas infectadas y manteniendo la planta húmeda.

Conocer los problemas que pueden afectar a la lavanda y cómo prevenirlos es clave para mantenerla sana y hermosa durante mucho tiempo.

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